Sin embargo, cinco minutos más tarde, después de que los robots de la estación habían sido reprogramados y se aceptaba la entrega oficial de los conos de incienso, Pinkie tuvo otras ideas…  “Hah”, dijo por encima del estruendo causado por alguien que golpeaba repetidamente la puerta del mamparo, “desde que volviste a flashear las ECU […]

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