Pero, en opinión de Gregor, se trataba de pequeños pequeños: meros actos de mezquindad. Lo que necesitaba eran más Bunties, Gingers y Daisies. Sin embargo, dado que no había ninguno, sería necesario que actuara con valentía. Así que se retiró silenciosamente de su edificio… …y se dirigió directamente a la cárcel del museo… De pie […]

Read more of this post


This free site is ad-supported. Learn more